Hasta siempre, tía marxista...
Siendo esposa, madre y abuela de bancarios, lo de marxista no parece muy lógico, pero es que cuando eramos chicos, en algún día de la semana de turismo, ella cargaba con los primos varones grandes para el cine Censa a ver la última de los hermanos Marx. Y era película mas medallones de menta recubiertos de chocolate, así que tratábamos de no perdernos ni una! Siendo más grandes, al oír de nuevo ese apellido, aunque se tratara de argumentar seriamente, la figura de Groucho se presentaba inexorablemente para hacernos sonreír, aunque se discutiera de la plus valía del trabajo del proletariado.
Más adelante, ella siempre estaba en el campo base de la calle Mac Eachen en las tardes o noches de estadio, para compartir nuestra alegría en caso de victoria o consolarnos en caso de derrota... aunque ella fuera simpatizante del otro cuadro!
Varias veces nuestras familias compartieron vacaciones playeras en el Este y también su excepcional torta marmolada!
Abrazo fuerte y hasta siempre, tía! Se te sigue queriendo!
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