Nuestros Queridos Viejitos: febrero 2006

Nuestros Queridos Viejitos

Este sitio pretende ser un homenaje viviente a Don Orestes José Della Mea Pesamosca y su esposa, Doña Diver Edit Gaitán Ruibal de Della Mea, continuando en forma cibernética con una de sus grandes pasiones... juntar en su casa y en libertad, la mayor cantidad de familiares y amigos posible para compartir momentos de vida.

11 febrero 2006

Pescador fracasado

En Carmelo Nueva Palmira cerca del río Uruguay en un viaje que la familia hizo, creo yo, en Semana Santa del '67, si del otro lado tienen mejor información por favor corrijan los datos, la foto está tomada con una maquinita "de cajón" que tenía tu amada, por un veterano de quien no recuerdo el nombre, pero era bajito y usaba un sombrero tipo panamá de ala angosta que nos hizo de Cicerone durante el tiempo que estuvimos por allá. El viaje, interminable a la ida como a la vuelta, fue realizado en la famosa "Commer" verde y, como de costumbre, se cantaban los versos de La Nueva Milonga del '64 que todos sabíamos de memoria, más las folclóricas Zamba de mi esperanza, Sembrador de abecedarios y A Don José. Recuerdo también, que nos alojamos en una especie de pensión, de construcción antigua muy bien conservada, de arquitectura tipicamente española, con un gran patio cuadrado en el centro lleno de flores y plantas. Uno de los paseos que hicimos fue al balneario Las Cañas a orillas del Uruguay, donde intentaste inutilmente enseñarnos a pescar, vamos a no engañarnos, no era que vos fueras muy experto que se diga, es más, creo que algún día antes de salir le habías pedido a Gaitán que te explicara algo, como para no pasar vergüenza, visto que el Leo estaba embalado con su cañita nueva, y allá estábamos los tres hermanos con nuestras cañitas de morondanga, en algo que para mí era una playa, y la única razón por la que no había nadie y no nos bañábamos era que estaba bastante fresco. Cuando a los 15 minutos ya estábamos casi repodridos, la boya del Leo empezó a moverse y a hundirse, la expectativa era enorme y cuando levantó aquello era un surubí (no sé quién lo catalogó porque yo no tengo ni idea) de unos 10 centímetros que hasta lástima daba el pobre bichito! Este fracaso me alejó temporáneamente de ese "deporte", años más tarde hubo otro intento, pero fue con aparejo en las rocas del Bristol y duró hasta que no sé cómo, te ensartaste un anzuelo en un pulgar, me acuerdo que con una pinza lo empujaste para que saliera por otro lado visto que por la forma el anzuelo no puede retroceder. Desde esa experiencia decidí que el pescado más rico son las corvinas que Gaitán hacía a la parrilla en el famoso galpón de Caldas... después de haberlas comprado en el Puertito del Buceo!

5 comentarios:

Blogger El Pancho dijo...

De la fecha no tengo certeza alguna, pero la foto si estoy seguro que es en Nueva Palmira y lo que se ve atrás es el parador que vimos desde lejos porque el veterano "guía improvisado" alertó al veterano sobre unos precios criminales. Allí estamos los Della Mea Gaitán en el fin del río Uruguay y nacimiento del famoso río de la Plata que aumentó dicha fama a partir del 28 de setiembre de 1891 con el nacimiento del club más grande sobre la faz de la Tierra: el glorioso CLUB ATLÉTICO PEÑAROL sobre el cual habrá que dedicarle algún capítulo en esta galería de recuerdos

13.2.06  
Blogger El Ale dijo...

Sí, Pancho, tenés razón, le erré por unos veinte y pico de kilómetros, es el Punta Gorda de Nueva Palmira como se puede reconocer en la primera foto de su página oficial Hotel Punta Gorda, y, entonces nuestro alojamiento fue también en Nueva Palmira? Vean las fotos aquí y me contestan: Hotel La Casona. Con respecto a la gran pasión aurinegra, estoy completamente de acuerdo en que se merece un capítulo aquí, y siendo vos el deportista de la familia creo te corresponde tomar la iniciativa!

13.2.06  
Anonymous Anónimo dijo...

Estoy casi seguro que donde pernoctábamos era en el hotel La Casona, en la propia Carmelo no en Nueva Palmira, si bien la foto es en Nueva Palmira punto de una de nuestras excursiones, otro que recuerdo de ese viaje es la propia Colonia y de haber visitado ruinas de la plaza de toros del Real de San Carlos

Nart

14.2.06  
Blogger nart dijo...

pasan los dias y los registros del disco duro después de casi 40 años afloran un poco
De Las Cañas no recuerdo que hayamos ido en ese viaje, creo que fue en otro que llegamos a Fray Bentos y recuerdo claro una foto de Rosario con los pantalones arremangados y metida orilla adentro. Según los registros en las diapositivas ese viaje lo hicimos con toda la flia Gaitán (menos el Robito) y data de marzo de 1975. Hay una foto de los quince mios en el Belvedere de la rambla de Mercedes. Fue aquel viaje que se hizo largamente famoso porque a la entrada de Nueva Helvecia el Dante hizo “aletear” a la Renult Mini 4 del tio Tunga.
Volviendo al viaje de la foto de referencia el intento de pesca del que hablás (mas bien motivado para la diversión de los tres gurises) fue creo sobre el Rio de la Plata en las cercanías de la desembocadura del arroyo de Las Vacas, recuerdo estar sobre un murete que orillaba toda la costa como un cordón alto y ver pasar algo distantes los veleros y yates que entraban y salían del puertito de Carmelo. De la pesca del gigantesco animal no me recuerdo, si del hermoso rato de familia que pasamos y que gracias a Dios aun perduran en el disco duro de la memoria y del cuore a pesar de haber ya trascurrido casi 40 añitos!!.
Nart

22.2.06  
Blogger El Ale dijo...

Pah, que recuerdos! Pero, me estoy entreverando todo, tu disco duro sí que es de acceso random, yo soy un modelo precedente y trato de ir en secuencia, aunque a veces se me entreveren también! Si merecen atención especial, creo que se debe crear una entrada aparte, y la digitalización de foto o diapositiva correspondiente... a trabajar!

23.2.06  

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03 febrero 2006

"DON ORESTES"

Ha fallecido este amigo de "Sinfónica"´uno de los responsables de "Ottado & Garrido", esa firma que nos acompaña con su apoyo desde nuestros inicios. Su bondad y su persona de bien, hacía que nos dirigiéramos a él siempre como "Don Orestes", una costumbre uruguaya que define a alguien que se ha sabido ganar el afecto y el cariño de los demás. Siempre recordaremos el día que llamamos a "Ottado & Garrido" para plantearles una colaboración con nuestra revista. Nos atendió el mismo Don Orestes, le explicamos las características de nuestra publicación y automáticamente accedió a nuestra solicitud. A partir de allí, y a lo largo de todos estos años, el pié de página de "Ottado y Garrido" se ha transformado en un elemento identificado totalmente con "Sinfónica". En nuestro editorial de página 2, destacando nuestros 11 años de vida, nos referimos en una parte a las permanentes dificultades para conseguir los necesarios apoyos económicos por parte de gente que tiene la capacidad para hacerlo. Pero cuantas veces la capacidad económica no se traduce en necesarios respaldos para emprendimientos culturales. Don Orestes fué un gran hombre de trabajo, que le dió a su empresa la confiabilidad que hoy goza en plaza. Nunca perdió su sencillez y su modestia, aspectos que sin duda identifican a una persona sensible; esa misma sensibilidad que no lo hizo dudar en apoyar a este emprendimiento editorial uruguayo. En nuestro número de setiembre de 2005, publicábamos una entrevista a Don Orestes y su hijo Dante, conmemorando los 75 años de "Ottado y Garrido". Un aniversario que se celebró a través de una hermosa y emotiva reunión con familiares, clientes y amigos y en la que Don Orestes estuvo rodeado del cariño de quienes lo conocieron. Nuestro sincero abrazo para su hijo Dante, que seguirá prolongando en el tiempo la excelente imagen de la firma. Don Orestes fué un buen hombre. Con ese imagen lo recordaremos siempre Diego Barreiro y Mª Beatriz Sanguinetti de Barreiro Publicado en Revista SINFÓNICA de febrero 2006

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02 febrero 2006

¿Y como se sigue jugando?......

Hace tiempo que quería escribir pero me sigue resultando difícil hacerlo. Sigue siendo duro acostumbrarnos a no vernos, escucharnos, besarnos, abrazarnos….sin embargo te sentimos vivo en cada uno de nosotros. Y así pasamos estas fiestas de fin de año (aunque nos cueste llamarlas así) manteniendo el espíritu de familia que supiste enseñarnos con el ejemplo. Y el 24 y el 31 a pesar de no verte, estuviste cada minuto al lado de cada uno de nosotros y tratamos de seguir con tus ritos en una especie de inconfeso homenaje. Y aunque muchos la pudimos estar viendo, la Nona fue la primera que pateó la pelota y juntando fuerzas de donde no hay, decidió reunir el 31 a toda la familia en la calle Caldas como tú siempre quisiste e hiciste. Y estuvimos con tu fuego, en tu templo, en tu parrillero. Seguramente el medio lechón que asé temprano al mediodía y las colitas de cuadril que asaron el Panchito y el Pulga por la noche no quedaron como vos las hacías pero fueron hechas con amor y siguiendo tu consejo “Las cosas que se hacen con amor quedan bien”… En un momento de la noche tu querido Pulguita desapareció de la parrilla y sin que nadie lo viese se encerró en el galpón, Ivana lo encontró llorando y llorando por no poder creer todavía lo sucedido y no convenciéndose que no hubieras aparecido por la parrilla para rezongarlo porque estaba arrebatando la carne o dejándola sin brasas, códigos que todos aquellos que compartimos contigo sabemos lo caros que nos significan. Y así seguimos todos viviendo aun no sabiendo como pararnos en la cancha, nos expulsaron injustamente a nuestro Capitán (aunque este pensamiento al Barbita le pueda llegar a disgustar). Uno tiene tantas dudas en como se sigue jugando a esto de vivir el día a día y resulta que ni siquiera tenemos el papel con las instrucciones, solo podemos confiar en nuestro instinto, en las enseñanzas que nos has dado, en el apoyo de la familia, aunque a veces uno se sienta como un arquero frente a frente con Nelinho en un tiro penal. El 6 de enero fue el día de Reyes con sus alegrías y tristezas, la inocencia de Renzo nos hizo levantar temprano a las cinco y media de la madrugada (shicoemeia como decía el Fede cuando era chico) con su euforia de ver los regalos al costado de los zapatos. Y así se levantó la familia y apenas clareó el día en una madrugada plomiza, salimos afuera a jugar con un lanzador mecánico de un muñequito con hélices que los Reyes me dejaron. (Uno siempre conserva a un niño adentro y en momentos como los que nos toca vivir desea tanto volver a serlo y revivirlo ) Al lanzarlo y darnos vuelta para ver hacia donde iba vimos un hermoso arco iris que quedamos contemplando. Les dije a los gurises que el Nono lo había prendido en el cielo para celebrar el día de Reyes y que era el regalo para nosotros y ahí estuvo presente durante diez o quince minutos. Renzo gritó “Gracias Nono”, él y Luca pusieron sus puños cerrados junto a la boca, le dieron un beso y con fuerza lo impulsaron hacia arriba, esas “bombas de besos” como les llamamos sabemos que las recibís directamente. Luego Ivana me enteró que solo unos días atrás Renzo le anduvo preguntando e incomodando con su estilo cargoso de “mosca de tambo”que quería ver un arco iris. O sea, ¿vos lo escuchaste y le pediste permiso al Barbita?.... y te dejó prenderlo por un ratito.. Era el día que llevabas a todos los nietos al Parque Rodó y vos te convertías en un gurí más entre ellos. La Nona nos lo hizo recordar. Luego Luca estuvo llorando y recordando que su Nono era el que siempre lo apoyaba y acompañaba a subir a la Rueda Gigante y ahora ya no tenía con quien ir. Aunque no sea lo mismo para tu nieto y gran amigo, voy a tomar el lugar en la silla de la Rueda aunque esta se queje por mis cien y pico largo de kilos. Y aunque yo sé que no será lo mismo para Luca que vivía intensamente compincheando esos “ratos de abuelo”, sé que cuando nos detengamos allá arriba vamos a hacerte un lugarcito en la silla. El 14 de enero se cumplió el mes, y tus compañeros del grupo de viaje te realizaron un homenaje a las 8 y 30 de la mañana. El sábado amaneció gris y con lloviznas tal como nuestros corazones pero eso no fue obstáculo para que se reunieran frente al 331 tus amigos y toda tu familia. Y en un sencillo homenaje donde hablaron Rubén y Nené y colocaron una placa de mármol donde se lee Orestes, Querido amigo; Los integrantes del grupo de viaje, siempre te recordaremos 14 diciembre de 2005 14 de enero de 2006 Durante todo el acto la llovizna cesó o no sé si se volvió imperceptible para nosotros, hasta permitir despedirnos. Estando aun por salir del cementerio comenzó ya a llover fuerte y luego cada vez mas y mas hasta convertirse en una verdadera bomba de agua. Yo sé que esto fue obra directa del propio Barbita que nos permitió esa media hora de poder estar todos juntos. Tu querido compañero en las parrillas Julio ( “el manteca”) se vino directamente con uno de los taxis en los que trabaja, “me querían dar uno con la propaganda de Vascolet, ¿Cómo voy a andar por la calle y a venir con ese? De ninguna manera les dije” y se vino con otro con la propaganda de Vats 69. Le comenté que ese te cae mal, recordando la descompensación (cariñosamente cuetito) que te agarraste cuando se casó el Robin con Sonia. Ese Chevrolet 56 viajó como quien dice con piloto automático desde la calle Bérgamo a Caldas y recuerdo que al llegar la Nona cerró la puerta del living para atenderte. Con el pasar del tiempo, vinieron mil cariñosos reproches y puteadas pero en su momento, como siempre, tu gordita estuvo al pie del cañón con balde y todo y tratando de evitar que la imagen del padre en cuete se ganara entre los hijos. En estos días estoy de licencia estamos yendo con Ivana y los gurises a la playa del Auditorio a “pegar unos maderazos”, lo hacemos bien tempranito como solía hacerlo tu “familia chiquita” cuando la Commer enfilaba a la playa del Bristol. Y trato de disfrutar al máximo los gurises ¿te hace recordar a alguien?, incluso de sus “calenturas” y berrinches playeros , ¿te hace recordar a alguien? Anteayer estábamos casi retirándonos cuando aparece el Luigi y me hizo trasportar a aquella época de oro cuando los Della Mea Palumbo nos llegaban tarde a la Bristol, y los Della Mea Gaitán nos íbamos de cara larga porque nos teníamos que ir “casi” sin haber podido jugar con los primos (aunque nunca era menos de una hora de compartir, siempre nos resultaba sanamente escaso ese tiempo). La historia vuelve a repetirse aunque con otros argumentos, ahora es la capa de ozono que nos obliga a irnos, antes era desde nuestra perspectiva, el odiado Ottado y Garrido que nos reclamaba a nuestro papá y nos impedía jugar el “picado” mas grande con los primos y el tío Carlín. Solo después de mucho tiempo comprendimos que no era solo un trabajo para vos, era parte de tu vida y entonces aprendimos a poder compartirte y disfrutar los pequeños o extensos momentos que podíamos pasar todos juntos. Discúlpenme el desorden , pero como comente mas arriba se me han volado las instrucciones.

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