Los amigos...

En estas fechas, en general, uno trata de hacer un balance de lo vivido en el año que está por terminar. Si bien fue duro, en el sentido que nos sigue faltando tu voz, tuvo sus cosas positivas, ya que nos permitió volver a entrar en contacto, aunque sea en forma cibernética, con familia y amigos con los cuales hacía tiempo que no nos juntábamos, y todo por esta dulce-amarga tarea de reunirnos aquí para contarnos cosas y sentirte con nosotros. Pero, lo del título viene al caso, porque en el último mensaje de tu amada, me cuenta de un asado al que asistió, organizado por vuestros compañeritos de viaje, en el cual se sentía tu presencia al reunirse todos para compartir el calor de esa linda amistad. Luego del asado, antes del postre, alguien leyó una versión libre del poema Mi árbol de navidad de la mexicana Magali Sauceda, con un éxito tal que se hicieron fotocopias para todos y tu amada se hizo firmar su copia por todos los presentes. Ayer de tarde me llamó mi hermano Leo, quien finalmente ha dejado entrar la tecnología en su casa al conectarse a Internet con la ADSL y poder entonces hablar en forma casi normal sin que se en-tre-cor-te-to-do!! (Será que ahora que le pagan más en el nuevo laburo y trabaja de inspector y de sentao y eso le deja más recursos libres para dedicarse a la red?) Y allí estuvimos, casi 3/4 de hora hablando con tu amada, que estaba en su casa. Al ratito de haber terminado esa comunicación, suena el teléfono y al responder mi señora le piden para hablar conmigo, me pasa el teléfono y siento una canción de Los Olimareños y una voz que me dice: "Capo, conoces esta canción?, soy Raúl desde México!", hablando de mexicanos, el Chavo se asoma me dije! Este es uno de esos que raramente encuentro como dice la poesía antes mencionada, hace más de 15 años que no lo oía, y me contó de su familia, de los otros compañeros del curso CE.RI.T '89 con los que tiene contacto, y que pudo conseguir 2 discos de Los Olima, que en México son muy difíciles de conseguir y entonces me buscó en Internet hasta que me encontró y me llamó, habló entonces con Laura, a quien también conoce junto al "cabrón" de Marcello. Luego nos deseamos Felices Fiestas y nos hicimos un montón de promesas que no sé si se cumplirán, pero no importa, al final me quedó esa sensación de haber re-encontrado un querido amigo... que siempre es una cosa buena! Felices Fiestas!!