Nuestros Queridos Viejitos: Y ya van 100...

Nuestros Queridos Viejitos

Este sitio pretende ser un homenaje viviente a Don Orestes José Della Mea Pesamosca y su esposa, Doña Diver Edit Gaitán Ruibal de Della Mea, continuando en forma cibernética con una de sus grandes pasiones... juntar en su casa y en libertad, la mayor cantidad de familiares y amigos posible para compartir momentos de vida.

24 marzo 2006

Y ya van 100...

... de estos días, en los cuales el azul del cielo no es tan azul, la luz del sol no es tan brillante, o será que mis ojos están siempre húmedos por causa de una conjuntivitis, que ni yo me la creo? ... de estos días en los que me cuesta más levantarme de mañana, me siento más desamparado y desprotegido y lo que es peor: perdí la poca confianza que me quedaba en la justicia! ... de estos días en los que el azúcar es menos dulce, la sal menos salada, las alegrías menos alegres,... la única ventaja es que las tristezas son menos tristes!

Blogger El Pancho dijo...

Y si, van 100 días en que no lo vemos, solamente. Porque, vos Viejo, estás presente permanentemente con cada uno de nosotros. Porque para estar no se necesita la presencia física sino todo lo bueno que uno haya podido enseñar, transmitir y amar a lo largo de una vida, como la tuya, dedicada a brindar todo esto a los demás. Te aseguro que mucho más duro es renunciar a quien nos brindamos, como vos nos enseñaste, durante una parte importante de nuestra vida y su presencia física permanece. Solo eso, porque su imagen en los demás que la quisieron se va desvaneciendo y su soledad y aislamiento se hace cada vez más evidente inclusive con su madre y sus hijos. Pero es su apuesta de vida y la respeto aunque no la comprenda y nunca pueda justificar su incapacidad para dialogar y confiar en la gente que realmente la quiere. Por todo esto se que mucho tiene que ver en lo que pasó mi estado de ánimo y el tuyo al ver lo ingrato de situaciones a las que uno estaba y está sometido por gente que durante más de 20 años vió tu ejemplo pero no entendió ni aprendió nada de como son las relaciones humanas, sobretodo dentro de una familia.
Bueno, estos han sido los primeros 100 días en los que has estado con nosotros como siempre, porque vos no te fuiste de nuestro lado sino que alguién allá arriba te precisaba para organizar algún grupo como tantos por estos lados. Lo único que me falta es poder darte un abrazo (físico) y decirte que me perdones por no haber podido pregonar como vos lo hiciste la unión de la familia, pero vos, junto a mi (como siempre) me estás ayudando y a tus nietos también a continuar por el camino de brindarse con el corazón. Nos podrán revolcar, pero una vez de pié podremos seguir avanzando y con la frente bien alta porque no le hemos mentido a nadie.
Gracias Viejo por estar siempre conmigo y disculpen lo caótico de seta redacción, pero lo fuí escribiendo como me fué surgiendo y no ha sidi muy razonado sino sentido como vos nos ensañaste
Un abrazo

24.3.06  
Blogger El Ale dijo...

Tenés razón hermano, cuando decís que nuestro querido viejito está siempre con todos nosotros, y que nos falta ese calorcito del abrazo físico.
Imagino, que también debe ser duro sumar a esta insanable ausencia que nos duele a todos, una ausencia presente como la que describís en tu relato.
Pero en lo que no puedo estar de acuerdo contigo, es en que pidas disculpas por no haber podido hacer algo, que estoy seguro hiciste y continuás haciendo, con tus hijos y con quienes te rodean con su cariño.
Sobre el hecho que esta situación generada por quien no entendió nada de nada, como vos decís, haya tenido que ver con los hechos que desencadenaron lo irreversible, creo que es discutible.
Yo pienso que contribuyó, como también contribuyó el hecho que yo haya elegido, hace tiempo ya, la distancia, que es al fin y al cabo una forma de ausencia, y en mi caso yo era responsable de esa decisión... no como vos, que me consta, has hecho más de lo necesario por evitarla!
Y si queremos buscar responsabilidades en lo acontecido, yo empezaría por un señor que siendo especialista y médico de cabecera, después de un episodio de infarto en Julio del 1999 (como consta en la historia clínica oficial!), nunca realizó un electrocardiograma de control al paciente...

25.3.06  
Blogger nart dijo...

Leo estos comentarios y muchos me parecen propios.
Cosas que son injustas las hay y las habrá, como que papá cayó un lunes y tenía ya hora para el médico para el viernes de esa semana al cual le iba a solicitar estudios mas profundos dado algunos episodios que le habian sucedido.
Demás está decir de esos 51 días de esperanzas , desesperanzas y de una luz a la salida del tunel que alguien la apagó, un soplo imprevisto del destino.
Y si!, he visto la carta del Rafa y yo también presiento que seguramente voy a reencontrarme con él, y que el nos pide que lo recordemos con una sonrisa de murguista, aunque nos cuesta mucho a veces sonreir con los ojos nublados.

También tengo días en que me siento muy bajoneado como describe el Ale, otros días me siento en un sueño y quiero creer de que en cualquier momento voy a escuchar la bocina de la camioneta llamando desde la calle para que abramos el portón.
También las alegrias no son las mismas porque algunos nos enseñaron que estas son para compartir y nos esta faltando uno de estos maestros. También nos está faltando ese alguien que nos orientaba , daba consejos y por eso yo también me siento desprotegido a pesar de mis años.

También siento como el Pancho en que me falta alguien para abrazar fisicamente , sin embargo, como él dice , lo siento presente en todos nosotros, en cada acción de familia que nos enseñó el viejo durante su vida y que especialmente nos pidió preservar por si ocurría algo en su período de internación.


Y uno de estos días voy a contar algunos episodios que me han ocurrido ,en que presiento que aunque uno no lo pueda ver, el viejo sigue estando con nosotros. Son pequeñas señales, algunas risueñas, en que uno siente una sensación agradable y reconfortante encontrándolo al lado, acompañando, como siempre...

28.3.06  

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